Kalambaka - Meteora

6:30 am y ya despiertos para aventurarnos a la región de Tesalia, al norte de Grecia, hasta  Kalambaka, una pequeña ciudad que no recuerdo a cuantos kilómetros queda de Atenas, sin embargo recuerdo clarito las 5:30 Hrs. que se demoró el tren en arrivar.

Hace mucho mucho tiempo, en este lugar existía una laguna salada, la cual se escurrió (según el taxista producto de un terremoto) hacia el mar Egeo, dejando ver piedras gigantonas… las cuales hoy en día se llaman: METEORA, unos peñascos gigantescos que albergan monasterios que si bien no se sabe con exactitud cuando los construyeron, lo cierto es que desde el siglo XI se instalaron monjes a vivir ahí.

El monasterio más grande se llama: “El Gran Meteoro” y está 613 metros sobre el nivel del mar, anda a saber la paciencia de los que lo construyeron!

Subimos en un taxi, los cuales están al pesque afuera de la estación de trenes. Nos cobró 9 Euros por subir y nos dejó en el Gran Meteoro, que justamente es el último.

Subimos como mil escaleras para llegar y luego de pagar la entrada, solo YO por ser mujer me tuve que poner un “pareo”  que ellos tenían para la turista, ya que todas las mujeres deben entrar con falda. Así que luego de elegir el mas topísimo (si, caleta!) y viéndome hermosa como para pasarela,  fuimos a conocer este monasterio… La vista ni te la explico… mortal. El monasterio en sí tiene una iglesia que vale la pena conocer, tipo capilla Sixtina, pero la raja (ohhhhh). Es que era mucho más pomposa que la otra. Además de museos con detalles de guerras, detalles eclesiásticos, y otras cosas como por ejemplo la cocina antigua de los monjes, el lugar del carpintero, lugar donde guardan el copete, etc. (Otra cosa!!! En este país hemos visto bastantes gatos y acá no fue la excepción… hasta grabamos una pelea de gatos terrible de wena. )

Con muy poco tiempo, ya que debíamos estar en el tren a las 17:30 Hrs, comenzamos a bajar fotografiando el lugar y maravillados con tremendo paisaje. Hasta unas gotas nos acompañaron por el camino y harto que las agradecimos.

Ya viendo que el camino era largo (5 kilómetros hasta Kalambaka) comenzamos a estresarnos ya que podíamos perder el tren, sin embargo siempre existe el dedo salvador, y obviamente nos llevaron hasta la cuidad… primero unas Griegas hiperventiladas, que hablaban ingles… súper buena onda y luego una pareja de Griegos y ella hablaba español! Muy bien!!!  Nos dejaron afuera de la estación, donde compramos lo típico de acá: Carne asada con papas fritas ultra aliñado con orégano… y nos subimos a nuestro tren.

Osea, para hacer este viaje en un día como lo habíamos planeado, salió todo perfecto. Sin embargo es muuuuy cansador. Así que por último quédese una noche si es necesario para que descanse, además en el viaje en tren le queda la cabeza “tan mala”… suponemos que por la altura (¿?) que es una sensación pésima al final del día. Ah! Y traiga cosas para jugar, o música…  nosotros terminamos jugando al colgado, dibujando y escuchando su buen metal para pasar el rato de las 5:30 de vuelta.

Pd: San Athanassios bautizó a la roca como “Meteora” ya que se veía suspendida en el aire, entre el cielo y la tierra.

Pd2: Si quiere venir compre el pasaje con antelación, ojalá de ida y regreso, sin embargo exija que le den número de asiento para la vuelta, cosa de que no se devuelva en la cafetería como nosotros.

Pd3: Ha visto la película “Mi vida en ruinas”, bueno… se acuerda del conductor del bus? A nuestro parecer los griegos con los que nos ha tocado hablar son muy, pero muy similares a ese personaje, no se hacen problema con nada, no están apurados, como que les da lo mismo todo, no te hablan mucho, ocupan monosílabos como: “mmmm siiiii, noooo, mmmm, aaahhh”, etc, etc… Creo que en persona podría decirlo mejor.

Pd4: 6 horas de diferencia con la casa y puta que duele… el corazón. (piense en nosotros con ojeras).

Pd5: El loco del hotel se llama DIMITRI, recordamos a este: https://www.youtube.com/watch?v=3Nkb3g-yySs